lunes, 16 de mayo de 2016

El Dato: El efecto Megatron


EL DATO: EL EFECTO MEGRATRON

Diez años en LEB Oro y diez proyectos de ascenso infructuosos en los que las apuestas han sido muchas y variadas. Desde jugadores contrastados como Alfonso Reyes, Andrea Pecile o Harper Williams a rookies de todos los estilos como Eric Hayes, Jeff Adrien o Brandon Edwards.

Precisamente este último ha generado un concepto digno de análisis. Muchos son los jugadores de primer año que han pasado con más pena que gloria por el Universitario y otros que se han convertido en auténticas revelaciones y jugadores ACB o NBA incluso.

Desde el año 2006 que se produjo el fatídico descenso en Valladolid han pasado jugadores que intentaron aportar su grano de arena a diferentes proyectos y otros que no han hecho absolutamente nada. Bobby Brannen o Kaspars Cipruss fueron los primeros cortados en LEB desde el descenso, en su lugar llegaron Malik Dixon, Quentin Smith y Devin Davis para intentar reconducir un año que debía ser de transición en el infierno y fue la primera piedra de estas diez.

El año siguiente fue el más estable hasta la fecha en movimientos de plantilla y también de resultados. La apuesta por americanos contrastados en LEB dio sus frutos, Mo Jeffers y Zach Morley junto con Dani López, Morentin, Héctor García o Nacho Ordín cayeron en la Final Four de Cáceres contra Bruesa y se llevaron la Copa Príncipe ante Alicante.

Pero no todo han sido jugadores contrastados en ACB o en LEB los que han pasado por Lugo. También llegaron rookies que se fueron del Pazo por la puerta de atrás, que ahora disfrutan de una carrera prometedora o que sencillamente no se les supo exprimir todo lo necesario y que han sido buenos jugadores en otros equipos, estos últimos son los denominados Megatrones.

En el primer grupo de jugadores, esos rookies que pasaron sin pena ni gloria, recordamos a Bobby Brannen (2006), Brandon Polk (2010), Eric Hayes (2010), Justas Tamulis (2014), Juwan Howard (2015), Gerardo Suero (2016). Incluso jugadores que con un rendimiento aceptable tampoco llegaron a cumplir las expectativas como Cliff Brown (2010), Brook Sales (2011) o Kenny Lawson (2014).


En el segundo grupo de rookies, hay un caso que destaca ante todos, James Feldeine. Varios han sido los jugadores que tras pasar por Lugo revalorizaron sus carreras. Pero el dominicano se convirtió en el auténtico lider del Breogán para dar el salto a la ACB con Fuenlabrada y actualmente jugar en Panathinaikos tras una escala en Italia. Pero otros como Betinho o Daniel Clark (ahora en Andorra), Winchester (Bruesa), Brian Cusworth (Manresa) o Jeff Adrien (Golden State Warriors) también rindieron a gran nivel en su primera experiencia en España para utilizar el Pazo como trampolín. Si bien Betinho había pasado por Cantabria unos meses antes de llegar a Lugo y Winchester ya era un jugador contrastado pero que vino tras tres años inactivo por una lesión de espalda.

Pero los megatrones son una especie a parte. Breogán apuesta por rookies y paga su peaje en el baloncesto español. En algunos casos de manera positiva, pero en otros muchos de manera negativa. Este fue el caso de Brandon Edwards la pasada temporada, jugador prometedor en muchos aspectos pero que nunca dio la sensación de poder llegar a ser importante, sin embargo se hizo con el MVP de la última jornada de liga regular y ayudó a recortar diferencias en la final de Copa Príncipe ante Palencia. Este año en Melilla, adoptando otro rol y con un año más de experiencia en Europa ha alcanzado unos números interesantes y se ha convertido en uno de los jugadores importantes de los africanos.



Este no ha sido el único caso donde Breogán recluta un jugador de primer año y es otro el club que disfruta de su madurez. Jeff Xavier es otro de ellos, tras completar un año con buenos números en Lugo, se marcha a Cáceres, Palencia y Burgos las temporadas siguientes donde se convierte en factor importante para varios de los ascensos burgaleses. Tyrus McGee primero en Alemania (Bremerhaven - BBL) y después en Italia (Upea Capo d'Orlando - Lega 1) logra mantener en las primeras ligas de ambos países los números alcanzados con Breogán tras su salida de la Universidad.


Nunca sabremos que pasaría si esos jugadores continuasen en Lugo un año más, o si los que logran catapultarse a la ACB o NBA como Jeff Adrien mejorarían sus tangibles del año anterior. Lo que si está claro es que Breogán no debe caer en los errores del pasado y el caso de James Feldeine es el mejor ejemplo donde ampararse para seguir creciendo y crear un proyecto de ascenso sin demasiados movimientos de plantilla ni parches temporales.



Redaccion BB
Montaje KNX

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